domingo, 27 de septiembre de 2015

De boca en boca y tiro porque me tocas (#Versato)

Era dueño de calles, constelaciones,
mares y estaciones,
olía a perfume caro
y sentimientos baratos,
y sabía a caos y a vida.
Escribir su nombre aquí 
y tirar este poema por la ventana
supondría el riesgo de que cualquier niño
que pasara por la calle 
podría encontrar el papel 
y pronunciar su nombre en voz alta,
su madre le castigaría por decir palabrotas.
Mira, me merezco un poco más ser agua
y menos sirena... 
Lavo mi memoria en alcohol,
que fluyan un millón de nilos de tinta por mis venas 
y que por una puta vez no desemboquen en un papel. 
Esta vez me merezco que se canalice el sol 
entre los soportales de mi piel,
que anochezca por fin viéndome amanecer 
girando entre cabellos ruidosos 
y párpados empapados de rock’n roll.
Deja de enredar enredaderas por mis tacones 
un viernes noche,
haz chas y respira lejos de mi lado
entre los cristales mojados que ha dejado el martes
y que comience el juego.
Avanza hasta mis recuerdos,
espera en la cárcel de mis dudas,
continúa recto por mis costillas, dirección caderas.
Dos turnos sin jugar
y retrocede
de boca a boca,
tira de nuevo porque me tocas
y no vuelvas a besarme.