martes, 10 de noviembre de 2015

Ni eres, ni estás (Nuevo Versato)

No puedo escribir,
te has llevado todas mis letras, 
el número 22 y un lluvioso mes de septiembre,
has metido en tu maleta dos cafés con pastas
y un cigarro a medias.
Te has llevado mis ganas de ponerme medias,
mi media sonrisa y la mitad de mí,
has descosido mis remiendos
sin remedios ni medidas,
sin medias tintas,
sin nada en el tintero,
como un títere en manos de su titiritero,
como tiritando por no tener tiritas
para taponar los orificios de los tiros
de tus tiroteos.
Se han vuelto locos los cementerios
y dicen que les acompañe,
y yo, que siempre fui tan rebelde,
le escupo a la muerte 
y la mancho de carmín con un beso en la frente.
Que yo no quiero tallos de flores atravesando mi garganta,
no quiero gusanos anidando en las cuencas de mis ojos,
que aún me quedan muchas margaritas que deshojar,
muchos tréboles que enmarcar
y varias estrellas que contar,
estrellas que fueron como nosotros;
fugaces.
Tal vez, la vida también sea aprender que,
es mejor mirar el reflejo de un árbol en el agua 
que aparecer al lado de alguien que aunque esté,
no es, 
que no es lo mismo,
estar que ser.

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