Caen sobre mis párpados
noches eternas inertes y sin color,
vasos purpúreos con restos de carmín
adornan mi mesita de noche
y setenta y dos balas en la recámara
que duermen debajo de mi cama.
Bang,
creo que esto va a estallar,
tengo la tráquea llena de suspiros muertos,
las neuronas empapadas de sueños vivos,
una cicatriz de tu boca en mi cuello
y miles de b(v)e(r)sos que naufragan
cada vez que pienso en el letal navío de tu nuca.
Tengo un mar oprimiendo mi pecho
del mismo color que tus ojos
y del mismo tamaño que tu ausencia,
tengo una astilla en el corazón
de tanto tocar madera
y noches en vela acumuladas en mis ojeras
buscando estrellas fugaces,
deseo...
que te cumplas.
Hay tormenta,
y siento cómo los truenos atraviesan mi cuerpo,
o serán mis piernas que tiemblan
bajo mi cara de niña buena
porque tus manos no juegan con ellas.
Quizás vivir también sea entender que,
aunque nadie lo entienda,
tengo setenta y dos balas,
tantas como días me quedan
para ver tus manos bajo las transparencias
de mis medias.
(Ilustración de @albertsoloviev)
Sin palabras!! *-*
ResponderEliminarMuchas gracias :3
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